Una breve introducción sobre los inicios de Andrei:

Todo empezó en el año 2015 cuando trabajando como repartidor de congelados y helados entré en un bar y vi un anuncio del zapatero del pueblo que decía:

Vendo cámara Nikon D60, 150€…Decidí comprarla y ese fue mi primer contacto con una cámara. No sabía como hacer una foto con aquella cámara, pero mis ganas de aprender no faltaban. Poco a poco aprendí con la experiencia y cada vez invertía más, hasta que mi equipo de cámara llegó a un nivel más profesional para meterme en el mundo de las bodas. En el año 2018 decidí dejar mi trabajo para irme a Granada y dedicarme a la fotografía de bodas. Y aquí me encuentro, con muchísimas ganas conocer a fondo a cada pareja e inmortalizar uno de los momentos más importantes.

Una breve introducción sobre los inicios de Antonio:

Desde que era niño siempre he sido curioso por el arte de la fotografía, pero no fue hasta 2014 cuando conocí el mundo profesional de la fotografía y el video. Con tan solo una cámara de acción y un móvil me inicié en los videos corporativos y del mundo del motor de forma autodidacta.

Mi padre ha sido de siempre un apasionado del mundo del motor, una pasión que he heredado y que disfruto tanto inmortalizando con mi cámara como practicandolo yo mismo, por eso la considero mi especialidad.

No obstante, la pasión en el mundo del motor proviene de las personas…

Las personas son las que me inspiran a crear, innovar y a aportar valor a cada evento, celebración o cualquier proyecto.

Poco a poco he ido formándome en este mundo y he tenido la suerte de trabajar con personalidades muy importantes de distintos ámbitos y rodearme de profesionales del mundo de los audiovisuales que me han enseñado mucho a lo largo de estos años.